uno solo es su maestro

Mateo 23,1-12 – uno solo es su maestro

uno solo es su maestro

“No se dejen llamar maestros, porque uno solo es su maestro, el Mesías. El primero entre ustedes será su servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”

Martes de la 2da semana de Cuaresma| 15 de marzo del 2022 | Por Miguel Damiani

Lecturas de la Fecha:

Reflexión sobre las lecturas

uno solo es su maestro

No seamos frívolos como los fariseos. Evitemos dejarnos persuadir por ellos. No imitemos su pésimo comportamiento. Evita jactarte de lo que haces, de lo que eres o de lo que tienes. Sé sobrio, austero. No te compares con nadie.

Deja de prestar atención al qué dirán. No te obsesiones por tu apariencia. Sé más humilde y sencillo. Siempre encontrarás quien vista mejor, quien sepa más, quien sea más atractivo, quien sea más fuerte, más rico. No te fijes en frivolidades.

Procura, más bien, cultivar la modestia. No andes buscando que te saluden, que te alaguen, que se fijen en ti. Evita discutir por la preferencia, por la mejor ubicación. No presumas. Sé sencillo, humilde, paciente, respetuoso.

uno solo es su maestro

Sé como nuestro Maestro

Cuida tu boca y tus modales. Trata a todos como te gustaría que te traten. Se amable. Procura que quienes estén contigo se sientan cómodos. No humilles ni insultes a nadie. No subestimes. Sé discreto. Colabora en lo que puedas.

Si sabes algo, enséñalo sin jactancia. Sé generoso y da lo que puedas con sencillez, sin arrogancia. No te hagas rogar. No abuses. Sé moderado en todo. Esfuérzate. Procura siempre estar de buen talante. Optimista, alegre, esperanzado.

Examínalo todo. No des por hecho nada. No supongas. Aclara. Pregunta. Persuade. No escatimes en felicitar y aduar a quien lo merece. Reconoce el esfuerzo, el sacrificio. Sé agradecido. Se claro. Nada de indirectas. No hables con doble sentido. Sin mentiras. No quieras lo que no te corresponde.

Busca la paz en nuestro Maestro

Sin envidies. No acapares. Deja de especular. No engañes. A nadie sorprendas. No te escondas. Evita las ofensas. Cuida tus pensamientos. No mires más de la cuenta. No seas morboso. Procura siempre la virtud y huye del vicio. Pide ayuda a Dios siempre. Confía en Él.

No dejes de orar. Cada minuto, cada segundo que tengas dedícalo al Señor. Ve al templo o apártate a solas para estar con Él. Siempre que puedas, habla con Él. Pon todo a Su consideración. Haz siempre Su Voluntad.

Aprende a confiar ciegamente en El. Haz siempre lo que te corresponde. Hazlo a tiempo y lo mejor que puedas. No desprecies a nadie. Da siempre lo mejor. Y cuando no esté a tu alcance, reconoce tu contingencia. Sé sincero. No te desanimes. Vuelve a empezar.

Un solo Dios, un solo Maestro

No dejemos para mañana lo que podeos hacer hoy. Ten en cuenta que mañana podrías no abrir los ojos. No dejes nada pendiente, mucho menos deudas que tal vez otros tengan que afrontar. Dale a todo la importancia que merece. Ni mucha, ni poca; la justa.

No nos dejemos arrastrar por el mal ejemplo de los escribas y fariseos. No imitemos sus posturas, ni el modo soberbio en que gustan tratar a los demás. Incluso frente a ellos, mantengamos la ecuanimidad. Seamos misericordiosos y aprensamos a amar.

Oración:

Padre Santo, no permitas que por ningún motivo nos volvamos arrogantes, prepotentes, testarudos, agresivos y violentos. Que no despreciemos a nadie. Que tratemos a niños y mayores, a hombres y mujeres, a ricos y pobres, a agraciados y desvalidos, con la misma dignidad. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.

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