andas inquieta y nerviosa
«Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán.»
Martes 27ma semana del T. Ordinario| 05 de Octubre del 2021 | Por Miguel Damiani
Lecturas de la Fecha:
- Jonás 3,1-10
- Salmo 129
- Lucas 10,38-42
Reflexión sobre las lecturas
andas inquieta y nerviosa
Nuevamente el Señor nos invita a reflexionar sobre qué es lo verdaderamente importante en nuestras vidas. Andamos inquietos y nerviosos por muchas cosas. Andamos muy ocupados, con decenas de tareas. Muchas autoimpuestas. ¿Qué es lo que en realidad importa?
Tal vez estamos llenando nuestro día de modo tal que hasta nos falta tiempo para atender a aquellos por los que debíamos vivir. Tenemos que pedir al Señor que nos de capacidad de discernimiento para saber escoger oportunamente lo que importa.
¿Qué criterios usaremos para separar lo que importa de lo que es trivial? ¿Quién puede negar que comer, llenar la barriga y reparar las fuerzas sea necesario? Todos necesitamos comer. Algunos seguramente con más urgencia que otros. Pero todos tenemos que hacerlo.
No dejemos que nada nos impida oír al Señor
Es a preparar esta comida a lo que está dedicada Marta. Está inquieta y nerviosa por servir adecuadamente tanto al Señor como a quienes lo acompañan. No es una decisión fácil a simple vista. El que más, se inclinaría por aprobar lo que está haciendo Marta.
¿Cuántos de nosotros incluso tildaríamos de ociosa y sin vergüenza a María? Claro. Mientras Marta trabaja y se desloma, ella se sienta como si fuera una invitada más, a los pies del Señor. ¡Qué poca consideración a quien por su “capricho” tiene que asumir todas las tareas del momento!
Y, sin embargo, el Señor no defiende a Marta, sino que dice que María ha escogido la parte mejor y no se le quitará. ¿Qué es la parte mejor? Escuchar Su Palabra. Lo que dice el Señor debe ayudarnos a poner en perspectiva todo lo que hacemos.
Demos al Señor el lugar que le corresponde
No hay nada que podamos o debamos poner por delante de lo que nos dice el Señor. Mediante Su Palabra el Señor nos da a conocer Su Voluntad para nuestras vidas. ¿Cómo la sabremos si no la oímos? Este es el quid del asunto.
Tenemos que darnos tiempo para escucharle. Y este ha de ser el más importante de los tiempos. Es decir que, si tenemos que hacer un Plan para nuestro día, para nuestra vida, el primer lugar en este Plan lo debe ocupar la escucha al Señor.
¿Cuántos cumplimos con este mandato que el Señor nos hace a través de Marta y María? Fijémonos cuán importante fue para Jonás y luego para Nínive prestar atención a lo que mandaba el Señor. Jonás no pudo negarse a cumplir su orden y Nínive se salvó por prestar atención.
Pongamos al Señor por encima de nuestra inquietud y nerviosismo
Estas evidencias que el día de hoy nos trae la Palabra el Señor deben llevarnos a ordenar adecuadamente nuestras vidas poniendo primero a Dios. Y esto, en todos los sentidos. No solamente porque Él debe tener un tiempo especial y prioritario en nuestras vidas, sino que debemos discernir lo que nos dice y hacer Su Voluntad.
De ello depende la salvación y condena de muchos y por supuesto, la nuestra. El Señor siempre quiere comunicarse con nosotros. Somos nosotros los que no queremos escucharle, de otro modo dispondríamos en primer lugar del tiempo necesario para hacerlo.
Este mensaje de hoy echa por tierra aquella apreciación de algunos que alegan no entender qué hacen los religiosos que se entregan a una vida de oración. En lugar de andar inquietos y nerviosos, ellos han escogido la mejor parte y no se les quitará. ¡Esto nos lo dice el Señor!
El Señor nos comunica el sentido de nuestras vidas
¿Cuántos hay entre nosotros que pretendemos argumentar que mientras desarrollamos nuestras tareas cotidianas no dejamos de orar? Seguramente siempre será bueno y deseable tener presente al Señor en cada acto de nuestras vidas, tal como seguramente lo hacía Marta.
Pero el Señor nos está pidiendo algo más concreto y especifico. Nos pide detenernos y atenderle, escucharle. Esto significa apaciguarnos; dejar de estar inquietos y nerviosos por las tareas y obligaciones de cada día, para prestarle la debida atención. Ello solo es posible aquietando nuestras almas y poniéndonos a sus pies.
¿Cómo sabremos lo que el Señor quiere de nosotros si no le escuchamos? El tiempo para conocer Su Voluntad en nuestras vidas ha de ser el más importante de nuestros días. Ordenemos nuestras vidas para que así sea.
Oración:
Padre Santo, te pedimos que nos permitas darte el lugar preferencial que te corresponde en nuestras vidas. Que dediquemos el primer momento y el más importante a la escucha de tu Voluntad y que sea esta la que nos guie y oriente a lo largo de nuestras vidas. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.
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