El Principal obstáculo a la Vida Eterna
El evangelio de hoy nos alerta sobre las dificultades que enfrentan los cristianos al intentar vivir una vida santa y dar testimonio de la Palabra del Señor. La Palabra de Dios actúa como una espada que divide a la sociedad y nos enfrenta unos a otros. Esto se debe a que las ideologías dominantes han transformado el «vivir bien» en la finalidad de nuestras vidas, negando así a Dios y al Reino de Dios. Somos hijos de Dios creados para alcanzar la plenitud y la felicidad eterna. Para ello debemos pasar por esta vida terrenal y tomar decisiones que definan nuestra forma de vida.
La Vida Eterna: Un Camino de Decisión y Fe
Dios nos ha creado libres y nos ha dado las habilidades necesarias para tomar decisiones que nos lleven a la plenitud. Sin embargo, estas decisiones dependen de nuestra libre elección entre dos caminos: el de Dios o el del dinero. La vida que Dios nos ha dado no está predeterminada. Debemos elegir libremente entre vivir conforme a las riquezas efímeras del mundo o seguir el ejemplo de Cristo y buscar la vida eterna. Las cualidades negativas como el orgullo, la codicia y el egoísmo nos atan a esta vida temporal, mientras que la verdad y el amor nos guían hacia la eternidad.
El Sacrificio de Jesucristo: Camino hacia la Plenitud de la Vida Eterna
Jesucristo se sacrificó para mostrarnos el Camino del Amor. Este es esencial para alcanzar el propósito de la felicidad eterna. Seguir las normas del mundo nos aleja de este objetivo y genera odio y discordia. Cuando permitimos que el Demonio guíe nuestras vidas, surgen enfrentamientos y destrucción. La corrupción, el hedonismo y las guerras actuales son resultado de nuestra búsqueda egoísta de felicidad en esta vida, poniendo en riesgo la vida eterna para la cual fuimos creados.
Jesucristo: el Camino a la Plenitud de la vida eterna
Texto completo de la reflexión
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