No podemos seguir actuando como el avestruz
Lo que afrontamos no se resolverá solo
Nada ganamos ocultando nuestras cabezas como el avestruz. Más temprano que tarde tendremos que afrontar la realidad y no podremos cambiarla con nuestro pensamiento. Ni tampoco servirá que echemos mano del viejo truco de la autopercepción. Porque la contundencia de la realidad nos sobrecogerá.
Tenemos que empezar a prepararnos para responder adecuadamente. Ya estamos llegando tarde. Nuestros captores nos han sorprendido cobardemente y abusando de nuestra ingenuidad han tomado la sartén por el mango. Nuestra esposa, nuestra familia y nuestra propiedad están en peligro.
Se han metido por la ventana y nos han secuestrado
No hay nadie que nos pueda salvar, pues desde el juez, hasta el alcalde; desde nuestros representantes políticos, hasta la policía, están todos coludidos. Todos se han propuesto sacar provecho de la situación. Y, se encuentran mejor posicionados para hacerlo. Somos la carne del sándwich. O nos tienen y sacan provecho, o no tienen nada.
La satisfacción está garantizada. El botín está ahí. Es cuestión de aprovechar mientras seguimos con la cabeza dentro del agujero, como el avestruz. La incapacidad para responder ha sido inducida con éxito. La sorpresa y desorientación nos ha paralizado. Nos han encerrado. No nos atrevemos a desobedecer. Tenemos temor a arriesgar y ellos lo saben.
Paciencia y buen humor
Nuestros vecinos, nuestros compañeros y hasta nuestros familiares y amigos, todos esperan con las colas levantadas y la cabeza escondida. Dicen que así no pasa nada. Que es mejor ni mirarlos y ni se diga enfrentarlos. Sabe Dios lo que podrían llegar a hacerte a ti o a los tuyos. Mejor esperar pacientemente, acatando todo, que ya pronto pasará.
Lo mejor es acostumbrarse a vivir en este Nuevo Orden Mundial que algunos a modo de imperceptible desacato han dado en llama la Nueva Realidad. No preguntes nada. No cuestiones nada. Acepta de buen agrado lo que te dan. Recuerda que no solo podrían no darte nada, sino que incluso podrían quitarte todo. ¿Para qué arriesgarse? Por ahora parece que eso no les interesa. Al contrario, están que reparten. No es mucho, pero al menos es un buen gesto.
Habrá que acostumbrarse a vivir como el avestruz
Aunque la prensa dice otra cosa, las redes sociales sostienen que el asunto es igual en todo el planeta. El bicho, aunque llegó orquestado, nos sorprendió de tal manera a todos, que quedamos inmóviles y por temor a la muerte o a lo desconocido, y antes de perder nuestra comodidad, preferimos acatar lo que nos mandaran nuestras autoridades., sin siquiera considerar su calidad ética o moral.
No era momento para discutir ni cuestionar nada. Nos dijeron y obligaron a todos a pasar por el proceso de inoculación de una sustancia milagrosa, que atenúa los efectos de la enfermedad, pero no la cura. Es más, contrariamente a lo que hasta ahora fue consentido por el sentido común y la ciencia, los vacunados, a pesar de la vacuna, pueden ser contagiados por los no vacunados.
Así las cosas, estableciendo un nuevo paradigma, todos deben ser vacunados, para que nadie se enferme. Antes, cuando se alcanzaba la inmunidad de rebaño, el virus disminuía y poco a poco disminuía su peligrosidad. Ahora todo está en entre dicho. Y para evitar enfermarse hay que adoptar el hábito de vacunarse cada tres meses.
De allí que vastos sectores de la población ya van por la cuarta dosis en menos de un año…y siguen enfermándose. Pero mejor sigamos con la cabeza escondida como el avestruz hasta que llegue alguien o algo que nos permita superar esta inexplicable situación que muy pronto amenaza acabar con todas las economías, porque además el mundo entero ha pasado a ser gobernando por ideólogos poco confiables que han tomado control totalitario de las vidas y el futuro de 8mil millones de personas.
Pandemia, ideologías, guerra y quiebra
Aun con la cabeza escondida, no podemos dejar de encontrar cierta relación y afinidad entre pandemia, encierro, quiebra, corrupción, imposición totalitaria, cambio de constitución, inflación, vacunas trimestrales (sin licitación), suba de combustibles, escases de alimentos, imposición del aborto, imposición de la eutanasia, imposición de educación sexual y reproductiva, violencia, feminismo radical, agenda de género, ONU, OMS, OEA, OTAN, Guerra, Bill Gates, Soros, Elon Musk, Putin, Biden, Harris, Trudeu, Foro de Sao Paulo actualizado en Puebla, con toda la camarilla roja que se ha apoderado de los gobiernos de todo Hispanoamérica.
Todo esto, sumado a la religión ecologista y panteísta no puede dejar de sugerirnos lo que fue confirmado por Klaus Schwab en el Foro Económico Mundial: el Gran Reseteo. Después de la Pandemia el Gran Reseteo es el complemento ideal para dar cauce a todos los movimientos iniciados o radicalizados a partir de la Pandemia, conducentes a cumplir las metas establecidas totalitariamente por las entidades, organismos supranacionales y archimillonarios del planeta en la denominada Agenda 2030.
Mientras seguimos con la cabeza oculta, como el avestruz, sin embargo, no podemos dejar de ver una asociación maquiavélica en todos estos hechos y circunstancias lo que nos lleva a concluir con cierta certeza que todo, incluso el patógeno y por supuesto la quiebra y la guerra son partes de un mismo Plan, que se irá concretando con la Nueva Renta Universal ya anunciada por Klaus Schwab, en un mundo en el que no tendremos nada, y sin embargo seremos felices. Este Plan promulgado en el 2015 se llama: Agenda 2030.
El efecto avestruz
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