Bajarás al infierno

Lucas 10,13-16 – Bajarás al infierno

Bajarás al infierno

« Bajarás al infierno. Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado.»

Viernes de la 26ª semana del T. Ordinario| 06 de Octubre del 2023 | Por Miguel Damiani

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Reflexión sobre las lecturas

Bajarás al infierno

Resulta muy difícil reflexionar la Palabra de Dios, sin tener en cuenta las noticias que nos llegan del “sínodo de la sinodalidad”. A quién le anticipa el Señor diciendo: bajaras al infierno. ¿Qué actitud podemos adivinar en Cafarnaúm, que merece tal advertencia?

No podemos dejar de ver al Papa Francisco en el lugar de Cafarnaúm. Demasiada soberbia; demasiada auto suficiencia. A él y los suyos, no sabemos si jesuitas o masones, o tal vez jesuitas y masones se les ocurrió fundar una nueva Iglesia pasando por encima de todo.

Bajarás al infierno

Enmienda a la totalidad

Como sugiere el título de uno de los libros de nuestro admirado escritor Juan Manuel de Prada, el Papa decidió hacer una enmienda a la totalidad. Dos mil años de historia, incluyendo a Jesucristo, nos han llevado al borde del abismo. Amenazando incluso la supervivencia del planeta, cuyos quejidos él escucha.

Para él y sus fieles seguidores y correligionarios, estamos viviendo un cambio de época. ¿Extraña la coincidencia con el globalismo? En la forma que lo dice y sus seguidores lo propagan, parece inexorable. Omite, sin embargo, mencionar que ha sido largamente planeado y anhelado, especialmente desde hace más de 3 siglos, por aquellos con los que parece coincidir.

Por eso bajarás al infierno

No puede ser posible enmendar de forma tan engañosa y pedante nada menos que a Jesucristo. ¿Quiénes se han creído? ¿Así de tontos y torpes creen que somos los fieles? ¿Hasta qué extremo puede conducirnos la soberbia? ¿Puede llegar a cegarnos tanto?

¿Qué otros móviles hay? ¿Dinero? ¿Ansias de poder? ¿Un descomunal y extraviado amor propio? ¿Deseo de trascender? ¿Será que alguien se esconde tras el trono de Pedro? Quien quiera que sea, ¿no te das cuenta que bajarás al infierno por esta parodia? ¿O es que de allí vienen precisamente estas “novedades”?

Quien me rechaza a mí, rechaza a mi Padre

No podemos jugar así. ¿Creen que esto pasará desapercibido para Jesucristo? ¿Creen que pueden engañarnos a nosotros y encima a Dios? ¿En qué poca consideración nos tiene quien debía pastorearnos para conducirnos a la Vida Eterna? ¿Qué están haciendo con el rebaño que les encomendó Jesucristo?

No hay duda que necesitamos un verdadero exorcismo en el Vaticano. ¿Cómo es que Satanás secuestra a nuestros prelados? ¿A qué clase de extorción los pueden tener sometidos que uno a otro le sopla la pluma sin enfrentar al enemigo? ¿Qué podemos hacer para recuperar el control de la barca? …cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra? (Lucas 18,8)

Masones y jesuitas

No todos los jesuitas, ciertamente. Conozco varios que de ninguna manera se hubieran prestado al invento del “sínodo de la sinodalidad”. Jorge Loring es uno de aquellos a los que muchos debemos el habernos afianzado en la fe. Otro es Don Manuel Carreira, al que ojalá el Papa Francisco hubiera prestado atención antes de escribir la saga calentóloga.

Otro que tampoco se hubieran prestado a ser parte de este experimento es el Padre Alfredo Sáenz. Con su teología de la historia, que hay que conocer y no negar ni enmendar judicialmente, destapa el cáncer masónico. O el gran P. Leonardo Castellani que nos permite anticipar cómo serán estos tiempos escatológicos dominados por dos bestias.

Por negarme bajarás al infierno

Como resultado de esta desviación, cuyo origen próximo podemos situar en 1717 y remoto en el “Non Serviam” preternatural, han logrado acaparar el poder político, social y económico del mudo. Ello ha sido posible por el poder de Satanás, que cautelosamente ha ido entretejiendo una red gigantesca con sus almas.

No importa cuánto se esfuercen, las puertas del infierno no prevalecerán contra nuestra Santa Madre Iglesia. Nos han engañado a muchos. Pero no pretendan engañar a Dios.

17. «No piensen que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
18. Sí, les aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.
19. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos. (Mateo 5,17-19)

El sínodo de la sinodalidad

No es otra cosa que una estratagema mediática destinada a hacernos comulgar con ruedas de molino. Desde el comienzo, quienes asumieron la tarea de dirigirlo y orientarlo compartían unas grandes metas y objetivos a los que querían conducirlo, simulando una consulta tan amplia como jamás había sido realizada.

Lo cierto es que se trataba de una manipulación realizada por “vanguardistas” con el propósito púbicamente confesado de adecuar la Iglesia al mundo, que, a la luz del pensamiento progresista prevaleciente, para muchos se les antoja como un objetivo loable. Hay que poner a tono a la Iglesia.

Sin embargo, más allá de la retórica, ingenuidad y los buenos deseos que algunos pudieran manifestar, el propósito cierto y no confesado de otros, es distinto. Este es evidente para quienes tenemos algún conocimiento de la teología de la historia expuesta por San Agustín. Se trata de destruir la Iglesia, lo que es imposible. Sin embargo, causará mucho daño, como ya viene haciéndolo.

El que no recoge conmigo, desparrama

El Señor nos recuerda que el que no está con Él, está contra Él. Por lo tanto, no nos engañemos; no podemos estar con Dios y el Demonio. No podemos servir a dos señores. Recordemos que los enemigos del alma son: mundo, demonio y carne.

Nosotros hemos sido creados para amar y servir a Dios y mediante eso salvar nuestras almas. Por consiguiente, tanto debemos usar de las cosas de este mundo cuando nos permitan alcanzar este propósito. Y tanto alejarnos, cuanto nos lo impidan.

Esto es lo que nuestros pastores deben enseñarnos a valorar y amar. Es esta actitud crítica y de desprendimiento frente al mundo la que tenemos que promover. Eso es lo que entendemos por evangelizar al mundo. No se trata de adecuarnos al mundo, ni de condenarlo, sino de tomar cuanto nos ayude y ayude a nuestros hermanos a alcanzar el fin para el que fuimos creados. Este es el ABC de San Ignacio de Loyola.

Jesucristo vino para impedir que bajaras al infierno

No hay nada que inventar más allá de lo que Jesucristo, el Hijo de Dios, nos ha revelado, que se encuentra en la Biblia y especialmente en los Evangelios. Tenemos más de 2 mil años de tradición e historia en la que verdaderos santos y doctores de la Iglesia nos han permitido heredar un riquísimo Magisterio, que tenemos obligación de estudiar, conocer y aplicar.

Estamos sobre hombros de gigantes. No podemos desconocer nuestra historia. La humanidad no empieza con nosotros. Jesucristo vino a salvarnos en el tiempo justo, según los Planes de Dios, no los nuestros. Sobre quien pretende desconocer esta verdad recae la advertencia: bajarás al infierno.

Oración

Padre Santo, te pedimos que ilumines a nuestro Papa Francisco para que enmiende los errores a los que presumiblemente está conduciendo a la Iglesia. Y si es Tu Santa Voluntad sacudirnos de este modo, con tal de alcanzar una Gracia mayor, danos la luz para comprender tus designios e iluminar a nuestros hermanos. Si algún error cometemos al expresar estas ideas, te pedimos que nos des la humildad para reconocerlo y la sabiduría para comprenderlo y rectificarlo en el bien de las almas de cuantos pudiéramos estar induciendo al error y la nuestra propia. Todo esto te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.

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