Letanías a la Divina Misericordia
(Saltar a Letanías)
Oración inicial a la Divina Misericordia
Ayúdame, oh Señor, a ser misericordioso.
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle.
Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos, para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa, para que jamás hable negativamente de mi prójimo, sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos.
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras, para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y penosas.
Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso, para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincero incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo mismo me encerraré en el Misericordioso Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh Señor, repose dentro de mí.
Comienzo de las Letanías a la Divina Misericordia
Señor, ten misericordia de nosotros. Señor, ten misericordia de nosotros
Cristo, ten misericordia de nosotros. Cristo, ten misericordia de nosotros
Señor, ten misericordia de nosotros. Señor, ten misericordia de nosotros
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial. Ten misericordia de nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo. Ten misericordia de nosotros
Dios Espíritu Santo. Ten misericordia de nosotros
Trinidad Santa, un solo Dios. Ten misericordia de nosotros
Misericordia Divina, que brota del seno del Padre. En Ti confío.
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios. En Ti confío.
Misericordia Divina, misterio incomprensible. En Ti confío.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad. En Ti confío.
Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o angélico. En Ti confío.
Misericordia Divina, de donde brotan toda vida y felicidad. En Ti confío.
Misericordia Divina, más sublime que los cielos. En Ti confío.
Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas. En Ti confío.
Misericordia Divina, que abarca todo el universo. En Ti confío.
Misericordia Divina, que baja al mundo en la Persona del Verbo Encarnado. En Ti confío.
Misericordia Divina, que emanó de la herida abierta del Corazón de Jesús. En Ti confío
Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús para nosotros y especialmente para los pecadores. En Ti confío.
Misericordia Divina, impenetrable en la institución de la Sagrada Hostia. En Ti confío.
Misericordia Divina, en la institución de la Santa Iglesia. En Ti confío.
Misericordia Divina, en el sacramento del Santo Bautismo. En Ti confío.
Misericordia Divina, en nuestra justificación por Jesucristo. En Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompaña durante toda la vida. En Ti confío.
Misericordia Divina, que nos abraza especialmente a la hora de la muerte. En Ti confío.
Misericordia Divina, que nos otorga la vida inmortal. En Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompaña en cada momento de nuestra vida. En Ti confío
Misericordia Divina, que nos protege del fuego infernal. En Ti confío.
Misericordia Divina, en la conversión de los pecadores empedernidos. En Ti confío
Misericordia Divina, asombro para los ángeles, incomprensible para los Santos. En Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios. En Ti confío
Misericordia Divina, que nos rescata de toda miseria. En Ti confío.
Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y deleite. En Ti confío.
Misericordia Divina, que de la nada nos llamó a la existencia. En Ti confío.
Misericordia Divina, que abarca todas las obras de sus manos. En Ti confío.
Misericordia Divina, corona de todas las obras de Dios. En Ti confío.
Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos. En Ti confío.
Misericordia Divina, dulce consuelo para los corazones angustiados. En Ti confío.
Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas. En Ti confío
Misericordia Divina, remanso de corazones, paz ante el temor. En Ti confío.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas. En Ti confío.
Misericordia Divina, que infunde esperanza, perdida ya toda esperanza. En Ti confío.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Las Misericordias de Dios son más grandes que todas sus obras. Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.
Oremos
Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos.
Amén (Diario 950)
¡Oh! incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿Quién podrá adorarte como Te mereces? Supremo atributo de Dios Todopoderoso, eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un solo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz la Misericordia Divina, cuya comprensión no nos alcanza.
Amén (Diario 951)
Fuente: Verdad Católica
Bajo tu amparo nos acogemos
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios; no deseches las suplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro
¡Oh siempre Virgen gloriosa y bendita!
ORACIÓN A SAN JOSÉ
Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal.
Amén.
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Amén.
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amen!
¡Fin de rezar el rosario!
¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!
Letanías a la Divina Misericordia
(0) vistas