Letanías del Padre

Letanías del Padre

 Padre de infinita majestad     ten piedad de nosotros

Padre de infinita potencia      ten piedad de nosotros

Padre de infinita bondad                ten piedad de nosotros

Padre de infinita ternura         ten piedad de nosotros

Padre, abismo de Amor         ten piedad de nosotros

Padre, potencia de gracia      ten piedad de nosotros

Padre, esplendor de resurrección   ten piedad de nosotros

Padre, Luz de paz                   ten piedad de nosotros

Padre, regocijo de salvación  ten piedad de nosotros

Padre, siempre más Padre    ten piedad de nosotros

Padre de infinita misericordia ten piedad de nosotros

Padre de infinito esplendor    ten piedad de nosotros

Padre, salvación de los desesperados  ten piedad de nosotros

Padre, esperanza de quien reza    ten piedad de nosotros

Padre, tierno ante cualquier dolor  ten piedad de nosotros

 

Padre, por los hijos más débiles    te imploramos

Padre, por los hijos más desesperados te imploramos

Padre, por los hijos menos amados             te imploramos

Padre, por los hijos que no te han conocido  te imploramos

Padre, por los hijos más desolados               te imploramos

Padre, por los hijos más abandonados  te imploramos

Padre, por los hijos que luchan para que venga tu reino              te imploramos

 

Oremos:

Padre, por los hijos, por cada hijo, por todos los hijos, te imploramos: danos paz y salvación en nombre de la Sangre de tu Hijo Jesús y en nombre del sufrido Corazón de nuestra Mamá María. Amén.

Padre mío, me abandono a Ti.

Padre mío,
me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras. Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo, lo acepto todo.
Con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío. Pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón,
porque te amo, y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida, con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.

(Charles de Foucauld)

 

Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.

Amén.

 

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amen!

¡Fin de rezar el rosario!

 

¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!

 

(0) vistas

Imágenes Relacionadas:

Reflexiones cristianas de los Evangelios