El cristianismo y la opción por los pobres

Jesucristo escogió vivir entre los pobres

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La Iglesia de los pobres

El tema de los pobres está aceptado y teológicamente fundamentado. El tema de los pobres es cristológico. Si Cristo es el centro de nuestra fe, el cristiano no puede ser ajeno a la situación de los pobres. Hay que mirar a la historia para entender la fe.

Cristo es el Dios de la historia. La historia es la creación de Dios no terminada. Los pobres son las víctimas de la historia. Dice Ignacio de Loyola: la pobreza es la puerta de entrada a todos los Bienes y la riqueza a todos los males.

La raíz de todos los males es la pasión por el Dinero (1ra de Timoteo 6,10). Hay violencias mayores, seguramente, pero esta es la puerta de todos los males. Vanidad, soberbia, orgullo entrar por ahí.

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Pobres

Se anuncia a los pobres la Buena Nueva

Oremos:

Padre Santo, no permitas que nos aferremos a la fama, a los privilegios, a la comodidad, ni a ninguna de las riquezas de este mundo. Que sepamos desprendernos y hacernos pobres, amando a nuestros hermanos…Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.

Roguemos al Señor…

Te lo pedimos Señor.

(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)

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se anuncia a los pobres la Buena Nueva

Mateo 11,2-11 se anuncia a los pobres la Buena Nueva

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Mateo – Capítulo 11 – Entre la fe y la incredulidad

Mateo – Capítulo 11

1. Y sucedió que, cuando acabó Jesús de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

2. Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:

3. «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?»

4. Jesús les respondió: «Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven:

5. los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;

6. ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!»

7. Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?

8. ¿Qué salieron a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes.

9. Entonces ¿a qué salieron? ¿A ver un profeta? Sí, les digo, y más que un profeta.

10. Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino.

11. «En verdad les digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.

12. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.

13. Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan profetizaron.

14. Y, si quieren admitirlo, él es Elías, el que iba a venir.

15. El que tenga oídos, que oiga.

16. «¿Pero, con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo:

17. «Les hemos tocado la flauta, y no han bailado, les hemos entonado endechas, y no se han lamentado.»

18. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: «Demonio tiene.»

19. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Ahí tienen un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores.» Y la Sabiduría se ha acreditado por sus obras.»

20. Entonces se puso a maldecir a las ciudades en las que se habían realizado la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido:

21. «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, tiempo ha que en sayal y ceniza se habrían convertido.

22. Por eso les digo que el día del Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para ustedes.

23. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, aún subsistiría el día de hoy.

24. Por eso les digo que el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para ti.»

25. En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños.

26. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.

27. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

28. «Vengan a mí todos los que están fatigados y sobrecargados, y yo les daré descanso.

29. Tomen sobre ustedes mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus almas.

30. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»

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Mateo 11,2-11 – se anuncia a los pobres la Buena Nueva

Se anuncia a los pobres la Buena Nueva

los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva

Texto del evangelio Mt 11,2-11

2. Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:
3. «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?»
4. Jesús les respondió: «Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven:
5. los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;
6. ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!»
7. Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
8. ¿Qué salieron a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes.
9. Entonces ¿a qué salieron? ¿A ver un profeta? Sí, les digo, y más que un profeta.
10. Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino.
11. «En verdad les digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.

Reflexión: Mt 11,2-11

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Mateo 11,2-11 se anuncia a los pobres la Buena Nueva

¿Por qué a los pobres? ¿Por qué el Señor escogió nacer entre los pobres y anunciar la Buena Nueva a los pobres? ¿Es que condena la riqueza? ¿O es que condena a los ricos? Ni una ni otra. Lo que ocurre es que los hombres nos hacemos esclavos de lo que tenemos.

No importan cuanto podamos poseer, si mucho o poco. Seremos ricos, es decir, tendremos la misma actitud de los ricos, si creemos que cualquier cosa que poseemos es imprescindible para vivir. Solo una cosa es necesaria. Creer en Dios. Amar.

Nada, absolutamente nada de lo que podamos atesorar lo tuvimos antes de nacer, ni lo retendremos después de muertos. ¡Nada! Ni el agua, ni el aire. ¡Nada! Por lo tanto nada de ello es superior al Don de la vida que Dios nos dio. Es lo único que debemos aquilatar.

los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva

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